Características que un líder debe tener en la actualidad para ser exitoso

Los tiempos que vivimos son turbulentos y de cambios constantes. Y no es que las situaciones no hayan sido cambiantes en el pasado, sino que ahora lo hacen a un ritmo más acelerado en el que, incluso, no nos damos cuenta de cuándo suceden.

Los entornos en las organizaciones son cada vez volátiles e inciertos y deben adaptarse a tecnologías que irrumpen con fuerza y modifican procesos en muy poco tiempo.

Por ejemplo, hace tan solo unos años, el Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial, parecían hechos de las películas de ciencia ficción. Hoy tenemos estos conceptos y sus hechos alrededor de nosotros.

Los desafíos de situaciones que antes veíamos en el cine, llegaron y parecen quedarse durante mucho tiempo.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con el liderazgo? Mucho, porque los líderes del presente y del futuro deben tener un conjunto de habilidades que antes no eran ─tan─ necesarias.

Los líderes de las organizaciones modernas requieren de competencias, pero también de adaptabilidad y de actitudes flexibles.

Entonces surge un reto todavía mayor: ¿Cómo identificar a estos líderes? ¿Qué características deberían tener para desarrollarse e impulsar o mantener una organización exitosa?

En un trabajo realizado por Oliver Wyman, Mercer y Marsh & McLennan, se reflexiona acerca del liderazgo en los próximos años y sobre cuáles son los principales retos que este tendrá que afrontar en el período comprendido entre los años 2020-2025.

Lo que sigue a continuación es un compendio de las principales características que debe tener un líder para ser exitoso

Visión circular: esta es una conclusión a la que llegó Odilon Almeida, presidente de Western Union para América y la UE.

Este tipo de visión anticipa a lo que está por llegar, aun cuando otros no se lo esperen. Lo complejo de esta característica radica en que los seres humanos no tenemos dotes adivinatorias. Todo lo contrario.

Sin embargo, sí existen instrumentos de medición para evaluar tendencias y hacer proyecciones. Estas no siempre son precisas, ni siquiera medianamente acertadas. Por ello es necesario ver más allá de nuestro rango de acción y cuestionarse sobre el entorno en que nos desenvolvemos.

Espíritu empresarial: este espíritu es fundamental para responder al mercado con prontitud y a las oportunidades posibles para seguir aportando valor a las organizaciones.

Un líder que solo cumpla con roles determinados sin tener en mente la efectividad y la actitud de empresario, difícilmente podrá adaptarse a lo volátil de los entornos en que coexiste una empresa.

Amor por los cambios: ‘Lo único permanente es el cambio’. Esta frase que se le atribuye a filósofo griego Heráclito, nos habla de la importancia de convivir con situaciones que están cambiando constantemente.

Pero en una organización no todo cambia, al menos no de forma rápida. De lo contrario sería imposible, por ejemplo, estandarizar un proceso y fabricar productos en serie.

Entonces un líder debe convertirse en un habilidoso gestor de lo que debe ser modificado o mejorado, pero conservando al mismo tiempo lo que haya que conservar para procurar el éxito de la organización.

Habilidad para aprovechar plataformas de negocios digitales: un ejemplo muy sencillo de esto es que hace muy pocos años, la mayoría de empresas registraban todo en papel. Los avances en la tecnología digital han cambiado esto.

El mundo online tiene un sinnúmero de complejidades, pero también de ventajas que un líder debe saber aprovechar.

Ten en cuenta las empresas más grandes y poderosas del mundo funcionan en un entorno virtual e intangible.

Ello nos da una idea clara de lo importante que es para una organización tener un liderazgo que sea flexible en cuanto a temas de desarrollo tecnológico.

Habilidades para el trabajo en entornos multiculturales: el mundo viene abriéndose a la diversidad.

Los medios de comunicación, las agencias de publicidad y muchos líderes del mundo, pregonan y favorecen que la inclusión de personas sin importar su orientación sexual, religión, raza o tendencia política.

Un líder debe desarrollar habilidades sociales que le permitan integrar en un mismo propósito a personas de diversos grupos para aprovechar lo mejor que cada uno puede aportar y obtener mejores resultados.

Ser empático con la naturaleza: los recursos del mundo son finitos. En los últimos años y desde la Revolución Industrial, los humanos los hemos consumido a un ritmo muy acelerado.

Muchas personas en el mundo comienzan a tomar conciencia al respecto y prefieren los productos y servicios de organizaciones que se preocupan y toman medidas para hacer un planeta más amigable.

Un líder sin visión ambientalista, difícilmente podrá participar de un movimiento bio que cada vez se hace más necesario para la sobrevivencia en el planeta.

Centrado vs. Ser egocéntrico

Un líder que se considere el centro de la organización es poco deseable por estos días.

Una empresa se conforma por todo el capital humano que está dentro de ella. Viéndolo como un equipo de fútbol, la plantilla en el campo está conformada por 11 jugadores más un director técnico.

Cada uno de ellos cuenta, a pesar de las jerarquías, la banda de capitán o las habilidades extraordinarias que alguno de ellos pueda tener.

Así que un líder centrado debe ayudar a que las personas que le rodean se desarrollen. ¿Cómo? Fomentando su formación y actualización, la de los equipos con que trabajan e inquietándose, incluso, por lo que les sucede en el plano emocional.

No se trata de ir ofreciendo terapias por doquier, pero sí de entender que el plano laboral está íntimamente ligado al emocional.

El liderazgo no se decreta, se demuestra

Frente a tiempos turbulentos, el líder o los líderes de una organización no deben tener un rol meramente administrativo o ser solo un apartado en el organigrama de una empresa.

Sus habilidades han de ser variadas: inteligencia emocional, habilidades de negocios, actitud proactiva  (artículo proactividad en el trabajo)  y flexibilidad para adaptarse a los nuevos tiempos.

Ser líder es ser piedra angular de una empresa y conlleva responsabilidades que no todos están dispuestos a asumir.

Muchas personas aspiran a serlo y trabajan arduamente para demostrar de lo que son capaces, pero cuando tienen la oportunidad de demostrarlo, ser pierden en sus propios miedos.

Por tanto, el liderazgo también requiere valentía y determinación para dar un paso al frente cuando se le requiera.

Dicho esto, surge una pregunta relevante que deberías hacerte ahora mismo: ‘¿Tengo disposición para convertirme en un o una líder?’

Con tu respuesta habrás dado el primer paso para convertirte en la persona que quieres ser.

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